Entrevistamos Javier Beltrán, fundador de Rockfit, quien explica que "todavía hay un 50% de la gente en España no hace la actividad física mínima recomendada por la OMS" y añade que "nuestro mayor orgullo es tener clientes que afirmaban que no les gustaba el deporte y haber conseguido cambiar esta percepción". Beltrán pone el siguiente ejemplo: "Si hubiera una pastilla que pudiera sustituir una hora de gimnasio, ¿cuánta gente volvería a pisar uno en su vida? Sin embargo, nadie tomaría una pastilla para no jugar a fútbol, tenis, esquiar, hacer surf…Este es nuestro objetivo, que la gente venga a disfrutar de la experiencia, ¡y que las mejoras físicas vengan solas!". Finalmente, el fundador de Rockfit nos revela que "estamos muy cerca de cerrar nuestro primer acuerdo comercial de venta de nuestro sistema Rockfit. Y es un acuerdo que no habría ocurrido sin la presencia de INDESCAT".
¿De dónde surgió la idea de crear RockFit, este nuevo concepto de gimnasio que combina juegos de escalada, cardio, IA y tiene la apariencia de un escape room? Explícanos, también, en que consiste y a qué público va dirigido.
La idea parte precisamente de mi experiencia en el mundo del escape room, donde después de construir más de 40 salas de escape para mi otra empresa, The Rombo Code, logramos entender al detalle el recorrido emocional que debe tener un juego y el poder motivacional que tiene un buen juego. Especialmente en el ámbito educativo, donde resolver un enigma de base matemática, hace que un grupo de alumnos lo celebre con abrazos y chocando manos.
Si esto ocurre con matemáticas o química, con el deporte, tenía que ser mucho más sencillo: efectivamente, ya tenemos gente haciendo bailes de celebración al acabar un ejercicio de hombro.
El año pasado RockFit abrió su primer centro en Barcelona. ¿Cuáles son vuestros retos de futuro más inmediatos? ¿Y a largo plazo?
Acabamos de cumplir nuestro primer año con el “laboratorio” abierto. Digo laboratorio porque la prioridad del centro siempre ha sido experimentar, corregir y validar dinámicas. Este proyecto siempre ha tenido como objetivo dar servicio a otros centros para que el concepto pueda crecer de verdad.
En este sentido, los distintos experimentos con usuarios nos han demostrado que quieren integrar más variantes basadas en otros deportes: la escalada sigue siendo la joya de la corona, pero hemos visto claro que la combinación con otros deportes enriquece mucho la experiencia. Ya tenemos elementos de vóley, fútbol, OCR…ante de fin de año añadiremos rugby, boxeo, surf, yoga, y alguna cosa más.
Hay que tener en cuenta que el producto actual está desarrollado al 20% de la idea inicial. Antes de fin de año, lanzamos el nuevo sistema electrónico, que hemos tenido que fabricar desde cero: para hacernos una idea, pasamos de 4 variantes de juego, a más de 25 ya desarrolladas, y un margen de desarrollo infinito: este será un sistema completamente industrializado, para el que ya tenemos cerrados los primeros acuerdos de venta aquí en Barcelona.
¿Cómo crees que ha evolucionado el sector del fitness y las necesidades de los clientes?
Creo que el público del fitness ha cambiado por completo en relativamente poco tiempo, y con él sus necesidades. Hace no tanto que el gimnasio era un concepto casi exclusivo de musculación. La industria, por el tipo de inversión e infraestructuras que maneja, es lenta evolucionando: creo que no está avanzando al mismo ritmo que las necesidades, y por ello hay un entorno 100% digital, que está acostumbrado a otro ritmo, capaz de hacer propuestas interesantes para muchos perfiles de usuarios.
En cualquier caso, creo que la noticia, es que todavía un 50% de la gente en España no hace la actividad física mínima recomendada por la OMS. Eso son millones de personas, que saben que sin actividad física, van a tener problemas de salud. Y nadie quiere eso. Pero quizás no existe una oferta que pueda cubrir sus necesidades.
Nuestro mayor orgullo es tener clientes que afirmaban que no les gustaba el deporte y haber logrado cambiar esa percepción. Ahora se traen a sus hijos, padres, primos y hermanos a hacer juegos los fines de semana. En vez de quedar en el bar, se vienen a hacer deporte.
Dentro de vuestra industria, ¿quién podría ser un referente internacional para vosotros, sea una empresa o un entorno?
Cogemos todos los referentes posibles: a mí me encanta pensar que Rockfit pueda ser el pádel de la escalada.
Toda nuestra metodología está basada en el deporte como juego competitivo: aquellos que no se hacen únicamente con objetivo de acondicionamiento físico. Si fuera posible meter 30 minutos de esquí y 30 minutos de surf en nuestro día a día, Rockfit no tendría ningún sentido: todo el mundo estaría feliz, disfrutando del deporte y súper en forma.
Si hubiera una pastilla que pudiera sustituir a una hora de gimnasio, ¿cuánta gente no volvería a pisar uno en su vida?. Sin embargo, nadie tomaría una pastilla para no jugar a fútbol, tenis, esquiar, hacer surf…Este es nuestro objetivo, que la gente venga a disfrutar de la experiencia, y que las mejoras físicas vengan solas.
Desde INDESCAT favorecemos la creación de puentes de colaboración entre empresas. ¿Con qué tipo de empresas crees que podéis crear sinergias y por qué?
En los últimos meses, nos hemos reunido con al menos 20 gestores de centros deportivos, con más de 8 empresas del sector con las que podemos hacer colaboraciones, con miembros de otros clústeres con los que hacer desarrollos conjuntos, o con potenciales inversores. Creo que justamente este es el valor añadido: un punto de referencia capaz de valorar quienes tiene sentido que se conozcan, y donde cualquiera que necesite algo de la industria del deporte pueda acudir sabiendo que están en el punto de contacto correcto.
¿Qué creéis que os puede aportar formar parte de un clúster como INDESCAT?
En nuestro caso, espero que lo podamos anunciar en breve, pero estamos muy cerca de cerrar nuestro primer acuerdo comercial de venta de nuestro sistema Rockfit. Y es un acuerdo, que parece evidente por la cantidad de sinergias que provoca, pero que no habría ocurrido sin la presencia de INDESCAT.
Y esto no lo pongo como un ejemplo de valor comercial. Para nosotros el valor está en la capacidad de hacer que ocurran cosas que vayan en el camino de mejorar y hacer crecer la industria. Que cuando tenemos ideas que no tienen sentido, nos lo dicen y no perdemos tiempo. Y que cuando una idea sí tiene sentido, no solo ponen en contacto a las personas correctas, sino que además ponen la mesa y las sillas para hacer posible que ocurra. Este es el ecosistema de la oportunidad en la que nos encanta estar.